sábado, 18 de octubre de 2008

Sed de sangre

Hace mucho tiempo que se atribuye a la sangre humana una serie de místicas propiedades curativas.
En el pasado, la gente bebía este fluido en un intento desesperado de curar sus dolencias.
Un moderno investigador, sin embargo, lanzó no hace mucho la teoría de que en algunos casos el deseo de consumir sangre puede haber constituido el síntoma de una enfermedad, y que los llamados vampiros que ha habido en la Historia podían haberla padecido.
Esta enfermedad, la porfiria, es un trastorno sanguíneo, hereditario y poco frecuente, que se caracteriza por la presencia de anemia.
Hoy día la porfiria tiene tratamiento, pero el investigador sugirió que la necesidad de superar los efectos de una anemia severa puede haber llevado a beber sangre a algunas de las primeras personas que la padecieron.
Entre los síntomas de esta enfermedad se incluyen la extrema sensibilidad a la luz del sol, así como una retracción de las encías que pone al descubierto los dientes: ¿os suena?: los clásicos rasgos del vampiro.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Buscando los signos de las cosas venideras

En las culturas occidentales modernas, el futuro se presenta como algo largamente indefinido. Creciendo desde el presente, su forma sólo se puede discernir hasta el punto en que la lógica pueda utilizarse para extrapolar esta tendencia. Pero una creencia, común a ciertas culturas, es que el futuro tiene una forma predeterminada que puede ser descubierta y utilizarse como guía en la vida cotidiana.
Las predicciones toman muchas formas. En el Tibet, los adivinos pueden meditar, tirar los dados u observar el comportamiento de los pájaros para aconsejar sobre decisiones importantes. Los adivinos, normalmente monjes budistas llamados lamas, pueden predecir los días adecuados para que los habitantes se casen, planten las semillas o planifiquen estrategias militares; también pueden elegir el emplazamiento de una nueva casa o dar ideas acerca del carácter de un individuo y su probable destino.
Otro método popular de predicción es leer la palma de la mano, una técnica desarrollada hace unos 3.000 años en China e India. Los que leen la palma observan sus líneas para descubrir cosas tales como la disposición, tendencias de la salud, o cambios futuros.
La lectura de dibujos de arena, otro medio antiguo de ver el futuro, lo practican algunas tribus americanas. Entre los navajos, los sabios de la tribu vierten arena coloreada en sus dedos, para luego interpretar los patrones que resultan.
En algunas zonas del oeste de África, los habitantes, deseosos de obtener consejo, confían en una clase particular de araña que se cree posee una sabiduría sobrenatural. Unas cartas de predicción especiales, cortadas de plano, con hojas duraderas, se dejan en una madriguera habitada por una de las arañas peludas más grandes. Cuando la criatura sale, sus movimientos reordenan las cartas. A continuación, el adivino interpreta el nuevo patrón y la forma en que se revela el futuro.

sábado, 20 de septiembre de 2008

La luz de Einstein

El 29 de mayo de 1919, el cielo que cubría Puerto Príncipe era plomizo y encapotado. Todavía más melancólicos se encontraban los ánimos de los dos científicos británicos, el astrónomo Arthur Eddington, de la Universidad de Cambridge, y Frank Dyson, del British Astronomer Royal, que habían viajado hasta este rincón del planeta en el golfo de Guinea para fotografiar estrellas durante un eclipse total de sol. Para ellos, la capa de nubes amenazaba con arruinarlo todo. Si podían captar imágenes nítidas de la lejana constelación de Tauro durante el breve intervalo de tiempo en que sería visible durante el eclipse, podrían confirmar o refutar la teoría general de la relatividad del físico alemán Albert Einstein. Hasta esa fecha, la teoría no había sido demostrada.
Entre otras cosas, las ecuaciones de Einstein afirmaban que la luz no siempre viaja en línea recta, tal como exige la lógica, sino que puede desviarse a su paso por las cercanías de un cuerpo estelar como el sol. Eddington y Dyson planeaban demostrar su hipótesis fotografiando la luz de un grupo de estrellas de la constelación de Tauro, que normalmente no se distinguiría, al pasar cerca del sol. Sólo el eclipse haría posible tomar las fotografías. Después, los análisis de las imágenes revelarían si la luz se había desviado o no. Sin embargo, la mañana había sido lluviosa, y ahora, al empezar el eclipse, parecía que sus respuestas iban a esconderse tras una capa de nubes.
Desesperados por tener éxito, los dos científicos guardaron sus telescopios, y he aquí que a medida que el eclipse se aproximaba a la totalidad, las nubes se alejaron lo suficiente como para tomar un par de buenas fotografías. Eddington se puso inmediatamente a trabajar analizando las imágenes y, tras tres días de intenso cálculo de las posiciones de las estrellas de Tauro en relación al Sol y a la Tierra, supo que había demostrado la teoría de Einstein. La luz de las estrellas de esta distante constelación se había desviado bajo la influencia del sol.
Aunque Einstein dijo después que estaba tan convencido de la firmeza de su teoría que había dormido durante todo el eclipse, otros científicos de todo el mundo no compartían en absoluto su indiferencia. Se daban cuenta de que, si se confirmaban las predicciones de Einstein, toda la ciencia tendría que adaptarse a una comprensión del tiempo y del espacio radicalmente nueva. Cuando se anunciaron los resultados de las observaciones de Eddington y Dyson ante la Real Sociedad Astronómica junto con evidencias corroboradas por un segundo grupo de científicos que había viajado hasta Sobral, en Brasil, la historia fue portada en todos los periódicos del mundo. El siglo XX se apresuró a felicitar a su genio, aunque sólo unos pocos en todo el planeta eran capaces de comprender sus ideas.
Las teorías de la relatividad de Einstein plantearon misterios de espacio y tiempo nunca soñados por pensadores de la antigüedad o por filósofos anteriores al siglo XIX. Mediante la observación, la experimentación y el establecimiento de conjeturas, los científicos, desde siempre, han perseguido los secretos de la naturaleza hasta los confines más alejados del espacio. Nos han dado unas nuevas y sorprendentes visiones del cosmos tan profundas, según su sentido propio de lo fantástico, como la creación de mitos en China, India y las tierras mayas.
Los cosmólogos y astrofísicos nos han tentado con profecías de viajes en el espacio, y han descrito las maravillas que encontraríamos, desde enjambres de galaxias hasta agujeros negros y estrellas de neutrones. La ciencia también ha alumbrado una teoría pareja a la relatividad, denominada mecánica cuántica, que explica los trabajos del universo en la escala más pequeña, en el campo de los electrones y otras partículas subatómicas, bajo unos conceptos que la teoría general de la relatividad de Einstein no puede explicar. Todavía quedan muchos enigmas pero, duda a duda, prueba a prueba, los científicos finalmente están llenando las lagunas de nuestro conocimiento que existían desde que los primeros seres humanos alzaron maravillados la vista al cielo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Lo han dicho (3)

La felicidad pertenece a los que se bastan a sí mismos, porque todas las fuentes externas de la felicidad y del goce son, según su especie, inseguras, defectuosas, pasajeras y sometidas a la casualidad.
A. SCHOPENHAUER

No hay cosa que descubra más la cualidad de los hombres como darles labor y autoridad. ¡Cuántas cosas prometen sin saber cumplirlas! ¡Cuántos, en su puesto de trabajo o en la calle, parecen hombres excelentes, y solamente son unas sombras en la práctica!
F. GUICCIARDINI

La gloria, como solamente es ruido, es decir, aire agitado, flota alrededor del globo, como la atmósfera, y su curso cambia y sopla sin cesar, paseando los nombres y los renombres, para terminar por dispersarlos.
A. RIVAROL

viernes, 15 de agosto de 2008

La reencarnación

La teoría de la reencarnación forma parte de la cultura más seria y profunda de la Humanidad. Aristóteles, Pitágoras, Virgilio, Balzac, Goethe, Tolstoi, Huxley, las mentes más abiertas del mundo, han creído en ella. Hace años que, de forma sistemática, se practican regresiones hipnóticas como vía para conocer las vidas pasadas, y éste es un hecho que ya nadie puede negar. Científicos alemanes, rusos, americanos, como Dtethlesen, Benetton y Fisher, realizaron hipnosis regresivas en las que todos los pacientes describen vidas anteriores que después se confirman como reales en los documentos históricos. En concreto, estos dos americanos enviaban a los pacientes no a la vida precedente, sino a una etapa que está entre una vida y otra y que en el Libro Tibetano de los Muertos denominan el Bardo. Esto está funcionando en todas partes del mundo y no podemos seguir ignorando algo tan serio.
A lo largo de las vidas sucesivas aumenta el nivel de consciencia del Hombre, hasta que se genera el Hombre Máximo o perfecto. El hombre perfecto es ya pura energía y pura inteligencia, no reencarnándose más en esta dimensión. Cuando una energía ha de volver a la Tierra parece que se deja aconsejar por tres entidades muy elevadas espiritualmente que indican cuál es el karma que le conviene para que evolucione su problema con mayor rapidez. Así, por dura que sea, la vida que tenemos la hemos elegido nosotros. Diríamos que el karma es como una mesa con un diseño determinado, donde cuestiones como el momento del nacimiento y el de la muerte son inmutables. Pero dentro de la mesa uno puede poner lo que le plazca, y ése es el libre albedrío, la posibilidad de llenar tu existencia de cosas positivas o negativas aunque haya una configuración prediseñada. El libre albedrío tiene perfecta cabida dentro de la ley del karma. Lo interesante es que cuando uno entiende finalmente esta ley termina de producir nuevos karmas, además de eliminar los del pasado.
En el catolicismo hasta el año 553 la reencarnación era oficial. Fue Justiniano quien la prohibió por encontrarla una idea peligrosa, ya que la gente podía pecar impunemente si pensaba que lo pagarían en próximas vidas. Frases del tipo: "Las almas serán cambiadas en cuerpos diferentes" pertenecen a nuestros textos sagrados. Yo conozco a muchos jesuitas que lo saben y que afirman que la reencarnación es una idea peligrosa. Fijaos que etimológicamente 'hereje' significa capaz de elegir, y que por parte de algunos grupos cristianos como los cátaros, la resistencia a renunciar a la reencarnación fue muy tenaz. En el siglo XIII, la iglesia logró acallar totalmente la idea de la reencarnación, pero algunos grupos secretos místicos como los alquimistas o los rosacruz mantuvieron la llama encendida hasta las épocas modernas. En el XVIII grandes cerebros europeos y americanos volvieron a adoptar esta creencia.

domingo, 10 de agosto de 2008

El universo material

Toda materia es una combinación de cinco elementos densos (tierra, agua, fuego, aire y éter) y tres sutiles (mente, inteligencia y ego falso). La energía material comienza con el ego falso y luego se desarrolla hasta convertirse en inteligencia; luego se convierte en la mente, y posteriormente en los elementos densos. Así que, los mismos ingredientes básicos se encuentran presentes en toda la materia.
La creación del universo material es como el crecimiento de un gran árbol a partir de una diminuta semilla. Nadie puede ver el árbol que está dentro de la semilla, pero todos los ingredientes necesarios para formarlo están allí, incluso la inteligencia que se requiere para ello. En realidad, el cuerpo que cada uno tiene es simplemente un universo en pequeño. Su cuerpo y el mío son diferentes universos, universos pequeños. Por lo tanto, todos los ocho elementos materiales se encuentran presentes en nuestros cuerpos, tal como también se encuentran en todo el universo. De igual manera, el cuerpo de un insecto es otro universo. Y al átomo se aplica la misma fórmula: todos estos componentes se encuentran en su interior. Eso signifca que aunque algo sea extremadamente grande o infinitesimal, aún así está hecho de los mismos elementos básicos. Esto es verdad en todas las partes del universo material. Así como el pequeño reloj de una mujer contiene toda la maquinaria requerida para el buen funcionamiento del mismo, asimismo una hormiga tiene toda la materia gris necesaria para ocuparse bien de sus asuntos. ¿Cómo es posible? Para responder a esto correctamente, uno debe examinar minuciosamente los tejidos cerebrales de la hormiga. Pero eso no se puede hacer. Además, hay innumerables insectos más pequeños que la hormiga. Así que debe haber una organización mecánica para toda esta actividad detallada, pero los científicos no pueden descubrirla.

domingo, 27 de julio de 2008

Pequeñas verdades

Pequeñas verdades en torno al instinto de perfección, un concepto no estético sino referido a una aspiración que nos conduce a la máxima complejidad del absoluto, o lo que en nuestra cultura se conoce como "pasar al seno de Dios Padre". Esta aspiración, presente en el seno de la vida y latente en todas las criaturas, actúa como un resorte que nos conduce a niveles superiores de conciencia, al mismo tiempo que se manifiesta como una fuerza que actúa sobre el código genético de las células, modificando su conducta.
Tras reconocer la situación que hemos generado sobre el planeta -agotamiento de recursos, destrucción de la naturaleza, hambre, pobreza-, insisto en la necesidad de recordar que somos hijos de Dios. Desde esta óptica, la vida cobra un nuevo sentido porque todo tendría el propósito final de permitirnos dar ese salto de acercamiento consciente a Dios. Es una aspiración profunda que se manifesta, aunque no la reconozcamos.
La actual situación planetaria responde a una siembra anterior. Vivimos un momento especial en la Historia de la Humanidad, una etapa que ha sido generada por nosotros y que nos cuesta reconocer por falta de conciencia. Los momentos de crisis individuales y colectivos son situaciones generados por el propio instinto de perfección para llevarnos a niveles superiores de conciencia, a pesar de que el proceso resulte doloroso. Esta etapa de la Historia tiene un único precedente en la época remota en que el hombre adquirió las facultades mentales y la conciencia de sí mismo y de los demás.
Los hombres estamos llamados a llevar a cabo la segunda gran revolución de la historia del mundo, un cambio que lleva implícito dos niveles de manifestación. En el aspecto externo habrá de concretarse en un nuevo orden mundial sustentado en un nuevo paradigma. Para la construcción de este paradigma, remarcable es la inestimable e imprescindible colaboración de la Ciencia. El proceso individual partirá del conocimiento y la aceptación de que no estamos separados, sino que somos elementos de un mismo orden unidos por vínculos indisolubles. Por tanto, es necesario construir una ética diferente que habrá de apoyarse en el bien común y que se manifestará en el bienestar de todos. Esta revolución interna, condición indispensable para la construcción de un nuevo paradigma, gestará un ser humano distinto que pensará y sentirá de otra manera. Para ello, se hace necesario la necesidad de una metanoia (más allá de la mente) porque no es suficiente cambiar de manera de pensar si este proceso no va acompañado de un cambio físico. La esencia tiene un soporte, un cuerpo, y no es posible ninguna aventura del espíritu o expansión de la conciencia si paralelamente no se produce una mutación en el plano material. Animo a los lectores de esta entrada (o post) a acercarse a sus células y hablarles con el corazón de ese anhelo profundo de perfección como medio para acelerar la evolución y vivirla con plena consciencia. Sumar nuestras fuerzas a la del Universo. Como niños, gritando sin descanso hasta ser oídos, como niños, con la absoluta seguridad de que habrán de respondernos.

viernes, 11 de julio de 2008

Lo han dicho (2)

Un Estado es gobernado mejor por un hombre excelente que por una excelente ley.
ARISTÓTELES

El hombre se considera siempre orgulloso cuando escribe su nombre en cualquier sitio, aunque sólo sea en la corteza de un árbol, y siempre se asombra cuando no lo vuelve a encontrar.
A. DUMAS

El pensamiento sereno, junto con un trabajo cuidado, llega frecuentemente más lejos que la pasión y el entusiasmo.
GUSTAV KÜMELIN

martes, 8 de julio de 2008

Teoría holográfica del cerebro

El cerebro funciona como un holograma. Al extirpar una parte del cerebro no se pierde la memoria, pues no está localizada en ninguna zona específica, sino repartida por toda la masa cerebral.
Un holograma es una imagen tridimensional hecha con la ayuda de un láser. El holograma tiene como propiedad el hecho de contener toda su realidad en cada una de sus partes. El modelo holográfico del cerebro explica que cada porción del cerebro contenga la totalidad de las memorias cerebrales.
En la teoría del "orden implicado", las partículas subatómicas no son entidades individuales, sino extensiones de algo holístico, básico, que llaman el orden implicado. Esta teoría responde, al igual que la del cerebro anterior, al modelo holográfico. De la fusión de ambas surge una teoría más amplia, según la cual el cerebro es un holograma que interpreta un universo holográfico.
Existe, según esta teoría holográfica global, un orden en el universo. No hay en realidad ondas o partículas, sino un orden implicado que genera ondas y partículas. El orden implicado lo contiene todo y no radica en ninguna parte, sino en las interconexiones, en la interrelación. Por eso, pienso que la memoria está codificada, no en las neuronas, sino en los impulsos nerviosos que atraviesan todo el cerebro.
Hablar de holograma es, una vez más, recurrir a la metáfora. Como tal nos ayuda a seguir caminando, es un paso para imaginar el funcionamiento del cerebro.
Cuanto más compleja es la estructura, mayor es su capacidad de libertad.

sábado, 5 de julio de 2008

Las personas no pueden vivir solas

Convivir es vivir con. La existencia humana no se entiende si no es en compañía. Cuando nos encontramos en casa, cuando salimos a la calle, viajamos, compramos, disfrutamos de la playa o la montaña, etc., en todo momento estamos en compañía de alguien.
Para que las relaciones de proximidad sean pacíficas y todos puedan desarrollar sus actividades sin atropellos se han establecido unas normas llamadas de convivencia que rigen de una manera u otra las relaciones entre las personas. Unas son arbitrarias, establecidas de común acuerdo entre las personas, pero otras son naturales, que las exige la propia naturaleza humana, como el respeto a la vida, el amor a los padres, el deseo de sobrevivir.
Incluso cuando estamos físicamente solos nos gusta oír música, o leer, o pensar en otras personas, que son formas de estar con alguien. Robinson Crusoe no estaba solo; vivía de lo que había aprendido de los otros hombres. Los restos del barco naufragado eran para Robinson su enlace con el resto de la sociedad.
El ser humano necesita de los otros compañeros de especie para vivir. Esa dependencia es también su fortuna.

martes, 1 de julio de 2008

La discusión con los académicos

Se cuenta que una vez le preguntaron a Bahaudin Naqshband:
"¿Por qué no discutes con los eruditos? Tal y tal sabio lo hacen con frecuencia. Ello causa la total confusión de los eruditos y la invariable admiración de sus propios discípulos."
Él respondió: "Ve a preguntarles a quienes se acuerden de la época en que yo también discutía con los académicos. Solía refutar sus conjeturas y sus pruebas imaginarias con relativa facilidad. Te lo pueden decir los que presenciaron aquellas discusiones. Pero, un día, un hombre más sabio que yo me dijo:
"Avergüenzas tan a menudo y de forma tan previsible a los hombres estudiosos, que acabas cayendo en la monotonía. Y eso sucede porque lo haces sin objetivo alguno, ya que los académicos no tienen capacidad de comprensión y siguen disputando mucho tiempo después de que sus opiniones han sido echadas por tierra." Y añadió: "Tus alumnos están en continuo estado de admiración por tus victorias. Han aprendido a admirarte, y en vez de eso, deberían haber percibido la inutilidad y falta de consistencia de tus adversarios. Por tanto, esa victoria tuya no es completa; así que has fallado, pongamos, en una cuarta parte.
Además, tus discípulos gastan mucho tiempo en esa admiración, en vez de fijarse en algo más provechoso. Por lo que has fracasado quizá en otra cuarta parte. Dos cuartos son igual a una mitad. Te queda media oportunidad."
"Eso ocurrió hace veinte años. He ahí la razón por la que ni me preocupo de los eruditos, ni molesto a los demás a cuenta de éstos, sea para alcanzar la victoria o para ser derrotado.
De vez en cuando, uno puede asestar un golpe a los que se autodenominan eruditos, para demostrar su vaciedad a los estudiantes: es como si se golpeara una olla vacía. Hacer algo más es una pérdida de tiempo, y sería equivalente a darles a los intelectuales, prestándoles una atención gratuita, una importancia que sin duda no podrían alcanzar por su cuenta."

sábado, 28 de junio de 2008

Lo han dicho

Todos los cambios, incluso los más deseados, encierran su melancolía, por cuanto lo que se abandona es una parte de nosotros mismos: hay que morir en una vida para entrar en otra.
ANATOLE FRANCE

Querría que, ante todo, mereciera la mayor estimación el hombre de bien, y desearía que la mayoría dejase de admirar y aplaudir, sea grande o pequeño, a quien perjudica y engaña al prójimo en beneficio propio, sin otro motivo que el considerarse un hombre genial capaz de engañar y causar daño con talento y habilidad. Desearía, en cambio, que fuese más admirado quien es más útil a los demás hombres.
MASSIMO D'AZEGLIO

No hay más que un modo de ser felices: vivir para los demás.
LEÓN TOLSTOI

viernes, 27 de junio de 2008

La mente

(En una reflexión sobre la profunda ansiedad del Hombre de las sociedades modernas y el enorme misterio que todavía supone para nosotros nuestra propia mente...) La mente, conformada por los códigos heredados de la especie y la propia historia personal, es la suma de lo recibido, más lo convalidado por las experiencias individuales. Puede ser utilizada tanto al servicio de la esquizofrenia como de la salud.
El pensamiento es el ladrón de la felicidad, núcleo de caos y de confusión. Controlar el pensamiento equivale a reducir el ruido para alcanzar así la mente mística o silente. ¿Podemos aprender a controlar el pensamiento cuando lo deseemos y recobrar de este modo una mente no dividida, no perdida en la multiplicidad? Éstas son las cuestiones que ya hace 5.000 años se plantearon los yoguis, que elaboraron métodos, técnicas y claves para esa otra calidad de ser y de estar.
Recuerdo que el "punto de quietud", así llamado por los místicos orientales, permite un desplazamiento del hemisferio derecho al izquierdo, un paso de la segunda a la primera causa por el que la vida se vivencia desde la calma y no desde la angustia y que puede lograrse mediante distintas técnicas de trabajo interior. En el espinoso tema de los maestros espirituales y su relación con los discípulos recalco que el maestro sólo ejerce como un amigo espiritual que ayuda a subir un peldaño en la misma medida en que el discípulo le ayuda a él, pero el verdadero maestro es siempre interior y no puede ser sustituido por personalidades externas. Señalo a la avidez, al resentimiento y a la ignorancia como las raíces de la perversión, y a la identificación como el elemento que nos atrapa. En estos momentos es necesaria la noche oscura del alma, el viaje interno a través del propio caos, para recobrar la sabiduría primordial, crística o búdica. En el camino evolutivo, identifico tres obstáculos que han de ser superados: los pensamientos-basura, los prejuicios o puntos de vista aferrantes y las situaciones inacabadas o frustantes. Propongo la meditación como vía eficaz y práctica para morir a la mente vieja y nihilista y despertar así a una nueva conciencia.

miércoles, 25 de junio de 2008

El nuevo sentido común

El nuevo sentido común es volver a las raíces, ser como somos. Afirmo que lo único que va a funcionar para llegar al fondo de nosotros mismos es la cooperación.
Llego a preguntarme por el sentido de la libertad y su relación con el sentido común, respondiendo que para ello es preciso introducir el concepto de paradigma: conjunto de valores que conforman una cultura, un pensamiento, una forma concreta de actuación.
Los valores del nuevo paradigma ya se conocen. Son la nueva salud, los fenómenos telepáticos, la conciencia de que el bienestar del cuerpo depende del estado emocional, etc. Pero ya no es el momento de hablar de ellos... Ahora, pienso, lo que tenemos que hacer es afirmar el nuevo paradigma, no dando de él la visión final, pues aún no la poseemos, sino la más moderna.
Si hemos logrado tantos valores, ¿por qué la realidad cotidiana no es reflejo de ellos? ¿Qué nos pasa si somos tan estupendos? El cerebro se activa ante la conciencia. ¿Para qué sirve pues la mente consciente? Cuando estamos integrados en la vida, no nos importa que nos lleve la corriente. Surgen entonces los enfrentamientos entre los distintos aspectos de nuestra personalidad.
No es fácil que todas las partes de nuestra personalidad trabajen en armonía. Para conseguir la armonía y ser creativos hay que unificar toda nuestra personalidad en función de un objetivo, un propósito. ¿Cómo adquirir ese propósito?
Es necesario descubrir que hay que hacer algo que nadie hace. Es entonces cuando nos sentimos responsables. Por otro lado, debemos preguntarnos también ¿qué me aliviaría si los demás lo supieran? Sea lo que sea, la verdad interior es el peso que llevamos encima. La mayor parte de las veces respondemos a esa pregunta con idealismo. Todos ocultamos nuestros ideales por miedo al ridículo, pero si los ideales son los que nos van a salvar, mejor es actuar rápidamente.
Para dejar de ser personas fracturadas, tenemos que descubrir y comunicar nuestros ideales más profundos. ¿Qué puede ser más divertido que un descubridor? Una de las cosas que dice el nuevo paradigma es que todos estamos cualificados para ser un descubridor.
La gente privilegiada de hoy no son los ricos, sino los que hacen lo que quieren hacer, los descubridores y los creativos. Mientras ellos no decidan que el mundo sea creativo, el mundo no cambiará. Nosotros somos nuestros propios líderes.

martes, 24 de junio de 2008

¿Piensan las máquinas?

Las nuevas sociedades informatizadas o posindustriales han pasado de los recursos de la tierra y el capital a la economía de los servicios y las telecomunicaciones. La cinematografía y la ciencia ficción han generado entusiasmos y recelos sobre el uso de los ordenadores, nuevos sentimientos y miedos ante una tecnología capaz de simular lo que hasta ahora se consideraba la parte más recóndita del hombre, su cerebro.
Desde los medios académicos que hoy trabajan con la inteligencia artificial se han hecho afirmaciones petulantes que han provocado debates en algunos casos innecesarios. ¿Piensan las máquinas? Con las tecnologías inteligentes nos enfrentamos al eterno debate de si las cosas son usadas o nos usan.
Lo importante es no rechazarlas generando fantasmas, mitologías y miedos, sino entenderlas para saber darles batalla si fuese necesario. La ciencia no es el problema, somos nosotros el problema. No podemos fabricar un enemigo de objetos y cuestiones que en sí son absolutamente neutras. En la actualidad, la antropología cognitiva destaca el error de diseñar máquinas pensando que sólo generamos otro instrumento más, y por lo tanto el comportamiento humano no puede obviarse en los nuevos diseños científicos y tecnológicos.
Más allá de utopías y hermosas ideologías, el futuro existe como probabilidad y la conciencia planetaria solo puede conseguirse con la intervención de la razón, la imaginación y la voluntad.

lunes, 23 de junio de 2008

En el filo de lo invisible

Después de siglos de euforia, sobre todo durante los tres últimos en los que un inmenso mundo permanecía todavía cerrado y cargado de incógnitas, de tierras y conocimientos por descubrir, hemos desembocado en un fin de ciclo donde aquella euforia de la modernidad parece haber languidecido. Diríamos, incluso, que hasta nos ha decepcionado.
La salida hacia el Cosmos, la tímida aproximación hacia su inmensidad desconocida, la esperanza de que podríamos llegar un día a viajar por el tiempo y atravesar en un instante los límites inefables del espacio, cada uno de estos sortilegios se burlan ahora de nosotros a medida que pisamos el umbral de sus cambiantes fronteras.
Ante este panorama, recobra nuevo vigor el camino de las búsquedas interiores, cuyos misterios, pese a ser insondables, difíciles y hasta peligrosos, tienen siempre la contrapartida de las conquistas reales, tangibles y no abstractas; aquellas que, en definitiva, impulsan al ser humano hacia el encuentro con su propia realización, con su propia perfección.
Esta nueva perspectiva hace mudar todas nuestras concepciones de las cosas. La misma aventura a la isla desconocida, virgen y enigmática, que tanto nos atrae, se transforma en un viaje hacia el recuerdo de las claves de nuestro pasado, que son las de nuestro presente y las de nuestro futuro. Un porvenir en el que la propia Ciencia, ya más humilde que antaño, tiene algo que decir. Y una búsqueda que, en definitiva, siempre concluye en esos quiebros que la vida y la muerte -inseparables- sostienen incansables y siempre seductores. En el fondo, una osadía y un lance en el filo de lo invisible.